Rusia dice que el reconocimiento de Jerusalén por EEUU no es "lógico"
El ministro ruso recordó que los emisarios estadounidenses al conflicto de Oriente Medio están exigiendo un "cambio de enfoque" hacia la llamada "Iniciativa Árabe" de 2002.
El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, dijo hoy que el reconocimiento por EEUU de Jerusalén como capital de Israel "no es lógico" y "complica de forma significativa" la búsqueda de una solución al conflicto entre árabes e israelíes.
"El anuncio (de reconocer a Jerusalén) no tiene lógica", señaló Lávrov, según la traducción simultánea ofrecida durante una rueda de prensa en Viena al margen de la cumbre ministerial de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).
El ministro ruso recordó que los emisarios estadounidenses al conflicto de Oriente Medio están exigiendo un "cambio de enfoque" hacia la llamada "Iniciativa Árabe" de 2002.
Ésta prevé normalizar las relaciones entre el mundo árabe e Israel en caso de una solución del conflicto con los palestinos.
En ese contexto, destacó Lavrov, la decisión de reconocer Jerusalén y trasladar la embajada estadounidenses a esa ciudad "complica de forma significativa" el plan de normalizar las relaciones con el mundo árabe y con los palestinos.
"El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reúne hoy y espero que Estados Unidos no explique los próximos pasos y dónde los tomará", agregó Lavrov, quien se reunió ayer en Viena con su homólogo estadounidense, Rex Tillerson.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, había anunciado el miércoles pasado su decisión de reconocer a Jerusalén como capital de Israel y de trasladar en el futuro cercano la embajada norteamericana a esa ciudad.
El anuncio fue recibido con gran preocupación de gran parte de la comunidad internacional y con ira y enojo por el mundo musulmán, incluyendo los palestinos, que exigen que esa ciudad sea la capital de su futuro Estado.
Para hoy se prevén en numerosos países musulmanes manifestaciones en contra del reconocimiento estadounidense de Jerusalén.
EFE